Logrando la Relación Romántica Perfecta

Déborah
5 may
8 Min. de lectura

¿ Cuántos de ustedes leyendo estas líneas han soñado (y aún sueñan) con encontrar a su Único y Verdadero Amor?

Yo también he sido una de esas personas que ha soñado desde siempre con encontrar a su Verdadero Amor. Encontrar al hombre de mis sueños ha sido siempre uno de mis mayores deseos. Ya cuando tenía 6 años de edad supe que, de entre los millones de personas en el mundo, había alguien perfecto para mí y yo para él. No lo podría explicar, simplemente lo sabía.

Sin embargo, para poder hallar a mi "Príncipe Azúl", tuve que salir al mundo y explorar. Si bien es cierto que solo tuve 3 relaciones serias entre los 18 y 32 años, también navegué a través de varios encuentros casuales, y cuando no, enamoramientos no correspondidos desde mi infancia hasta entrado los 30s. Para ser honesta, me alegra que cada una de dichas relaciones haya fallado, pues es lo que me ha permitido encontrar a mi Amor Verdadero, mi Llama Gemela Paco.

Durante dicho proceso, mi experiencia me ha enseñado un par de cosas que me gustarían compartir hoy vos, ya que considero que pueden serte de ayuda en tu propio camino hacia tu Unión de Llamas Gemelas.

La relación romántica perfecta existe

Lo sé. Muchos de ustedes leyendo esto habrán de sentirse algo escépticos ante tal afirmación. No los culpo, después de todo, hasta no hace mucho yo también creía que esto era un cliché, pues ¿quién puede creer en tal afirmación, tras tantos intentos fallidos de tener una relación sana y amorosa, no es cierto?

¿Cómo podría alguien hacer tamaña declaración y aún sostener cierto nivel de credibilidad? Simple. Porque en Paco encontré todo aquello que (o mejor dicho, a quien) me propuse encontrar desde que tenía 6 años.

Después de tanto buscar (y perseguir) en los lugares equivocados, finalmente encontré una forma de no solo hallar, sino atraer y mantener, al hombre perfecto hacia mi vida. Y no es una ilusión o un holograma, pues él se encuentra sentado en su escritorio, trabajando en nuestro negocio juntos, mientras yo escribo estas líneas.

Tené en claro cuáles son tus deseos

Paco y yo nos "chocamos" el uno al otro de la forma más casual, y dado que ni internet ni el amor conocen límites, ambos pudimos encontrarnos el uno al otro aún a pesar de vivir a un océando de distancia.

Cómo logré encontrar a mi hombre perfecto es, de hecho, algo que cualquiera puede lograr. Solo hemos de contar con las herramientas apropiadas para navegar nuestra búsqueda hacia aquello (o quien) deseamos encontrar. Y esto comenzó cuando rompí mi relación con mi segundo novio, hace ya más de una década atrás.

Tras poner fin a una relación tóxica y abusiva como lo fue con mi primer ex-novio Liam, conocí a Aaron. Él era, en sí, todo lo opuesto a Liam. Aaron era amable, honesto y considerado, sin embargo, tras nuestro primer año de noviazgo, la magia de la "burbuja romántica" se había desvanecido. No fue la culpa de nadie, después de todo, la gran mayoría de nosotros ha experimentado el estallido de dicha burbuja tras el primer año entrada la relación, y está bien que esto pasara, porque fue lo que permitió que Aaron y yo nos veamos mutuamente cómo verdaderamente somos: no hechos el uno para el otro. Sin importar cuán amable o considerado fuera Aaron, aún había un "algo" que no terminaba de encajar entre nosotros. Muchas veces había de esconder partes de mí para hacer que la relación continuase, y a pesar de charlar sobre aquellas cosas que no estaban funcionando en nuestro vínculo, la verdad es, que nada estaba realmente cambiando. Simplemente no estábamos eligiendo ir a la par en la misma dirección, y esto estaba bien.

Así que, tras pensarlo mucho (y hacer el duelo necesario), finalmente me senté con Aaron y le comuniqué que no podía seguir con nuestra relación. Si bien no fue un momento agradable, fue necesario, porque esto abrió las puertas a algo nuevo: sentí el impulso de sentarme conmigo misma, repasar mis relaciones amorosas hasta ese momento y poner en claro qué es lo que realmente deseaba, y lo que no, en la que consideraba mi relación romántica perfecta.

Sin ser consciente de ello, estaba creando mi primer Lista de Amor, tal como luego la conocí por medio de mis Maestros Espirituales, Jeff & Shaleia, cuando encontré sus enseñanzas. En esta primera lista escribí absolutamente todo lo que deseaba en mi pareja perfecta. Y cuando digo todo, es TODO. Cómo me gustaría que fuese conmigo y con los demás, cuáles quería que fuesen sus deseos en relación a nuestro vínculo como pareja, sus cualidades. Todo. No quedó piedra sin dar vuelta, porque tener claridad sobre cuáles son nuestros verdaderos valores en una relación es clave para saber qué es exácatamente lo que estamos buscando y lo que deseamos experimentar en nuestro romance más perfecto.

Aprender de nuetras lecciones

Como todo en la vida, nuestras experiencias nos ayudan a aprender. Aprendemos qué nos gusta y qué no. Qué deseamos vivenciar y qué no. Cada experiencia es una oportunidad para conocernos más y mejor, y saber con mayor claridad qué es lo que deseamos. ¿Deseamos experimentar dolor o alegría? ¿Deseamos sentirnos plenos o vacíos?

Conocer las respuestas a preguntas como estas es la llave que nos permitirá redirigir nuestra energía y recursos desde aquello que no deseamos hacia aquello que sí. El resultado de hacer esto es mágico y nos cambia la vida para mejor, siempre.

Tras mi primera relación con Liam, aprendí una de las lecciones más importantes de mi vida: no existe absolutamente NADA que justifique ser maltratada en forma alguna, como había sucedido durante el tiempo que duró esta relación. Y aunque aprendí esta lección de forma difícil, este ha sido un aprendizaje que me ha acompañado durante más de 20 años.

De mi relación con Aaron aprendí que conformarme con menos de lo que deseaba no era una opción verdadera. Tras poco más de 3 años de relación, en las que nos veíamos viviendo una vida juntos y aún cuando estuvimos próximos a estar comprometidos, simplemente no "cuadraba". Me era imposible visualizarme en una relación en la que la única opción parecía ser esperar a que, algún día, todo mágicamente cambiara, cuando lo cierta era que si la relación no estaba funcionando ahora, entonces nada por fuera del vínculo podría hacer que este funcione.

Mudarnos juntos no haría funcionar mejor la relación, mucho menos tener hijos juntos. Todo lo opuesto, esto solo habría de acrecentar las diferencias que ya estaban allí, haciendo aún más obvio lo evidente: simplemente no éramos la persona adecuada para el otro, porque nuestros valores no estaban alineados. Por lo tanto ¿cuál sería el propósito de seguir inviertiendo 5; 10 o 20 años de mi vida a una relación que ya sabía, estaba condenada a fracasar?

No te comformes con menos

Lo sé, ser honestos con nosotros mismos y nuestras circunstancias no siempre es fácil o divertido, pero es necesario. Nos lo debemos a nosotros mismos el ser extremadamente claros y honestos respecto a qué es lo que verdaderamente deseamos. Nadie va a venir a decírnoslo o a mostrárnoslo, está en nuestras manos el darnos, y regalarnos, esta claridad a nosotros mismos.

No habría amigo o familiar capaz de decirme cuáles son mis verdaderos deseos. Fue necesario que yo misma los descubriera.

Sí, yo también he experimentado personas diciéndome que lo que yo deseaba o estaba buscando no existía, que era imposible de lograr, o que mis expectativas eran ciertamente altas y difíciles de concretar y que, por lo tanto, debía "rendirme" y conformarme con menos. Sin embargo, estas personas solo estaban compartiendo conmigo aquellos espacios donde ellos mismos se habían rendido, o dónde no habían sido lo suficientemente valientes para perseguir sus propios sueños. Y si hay algo en lo que siempre he sido buena es en no conformarme con menos, nunca. Llegado un punto, siempre supe que preferiría estar sola antes que estar con alguien con quien simplemente no podríamos ser felices, no por falta de voluntad, sino porque nuestros deseos, valores y visiones de la vida no concordaban.

Verás, nuestro tiempo y energía son nuestros recursos más valiosos. Cómo elegimos invertirlos hace una gran diferencia en cómo experimentamos nuestra vida. Podemos bien invertir nuestro tiempo y energía en sentirnos mejor con nosotros mismos y el mundo que nos rodea, en sentirnos más plenos, felices y en paz; o podemos invertir nuestro tiempo y energía en aquello que, al final del día, nos deja sintiéndonos solos y vacíos. Cómo elegimos encarar esta elección está enteramente en nuestras manos.

En lo personal, me conozco lo suficientemente bien como para saber que soy más la clase de persona que siempre va detrás de sus sueños, que aquella que se comforma, pasando el resto de su vida arrepintiéndose de ciertas (sino todas las) decisiones no tomadas.

Elegir hacer el esfuerzo

Por supuesto, esto tiene un precio. Como todo en la vida, cuando deseamos algo hemos de hacer aquello que nos ayude a hacer realidad dichos sueños. Por lo tanto, ¿cómo podemos aplicar este principio a nuestra búsqueda de alcanzar y cultivar nuestra vida romántica perfecta?

Simple, hemos de mirar, de nuevo, dentro de nosotros mismos primero.

Esta una cita de mis Maestros, quienes una vez preguntaron: "Si no estás dispuesto a estar contigo mismo primero, a amarte a ti mismo primero, ¿por qué habría de hacerlo la persona que amas y que deseas esté contigo?".

Como ya hemos dicho, todo en la vida comienza por uno mismo. Somos nosotros quienes hemos de tener claras nuestras metas, somos nosotros quienes debemos tener la determinación de persistir en perseguir lo que deseamos en la vida, y somos a nosotros mismos a quien hemos de amar primero para poder, así, experimentar esa alegría y plenitud que tanto deseamos obtener de la vida. Somos nosotros mismos quienes hemos de convertirnos en nuestro mejor amigo, compañero y amante. Hemos de ser nosotros mismos los primeros en ser nuestra persona favorita en todo el mundo.

¿Cómo podemos lograr esto? Aprendiendo cómo amarnos a nosotros mismos de forma incondicional. Y cuando digo "incondicional", realmente significa sin condiciones.

¿Arruinaste esa gran presentación que tenías en la oficina? Aprendé de los errores y decidí que lo harás mejor la próxima vez. ¿Estuviste esperando todo el fin de semana a que tu amigo te llamara y se te pasaron los días sin hacer lo que querías? Aprendes a valorar y respetar mejor tu tiempo. Simplemente te amas a ti mismo de forma incondicional, sin importar los errores que puedas haber estado cometiendo, en lugar de juzgarte a vos mismo por ellos. Significa que elegís convertir cualquier situación en una experiencia de aprendizaje, porque, en el fonod, eso es lo que es.

A medida que haces esto verás cómo, casi sin que te des cuenta, naturalmente habrás de atraer a la persona perfecta para ti, porque en este proceso dicha persona estará reflejándote cada una de tus elecciones de amarte a ti misma de forma incondicional.

Mantiendo a tu pareja perfecta siempre a tu lado

Al comienzo de este artículo te conté que me hallaba en búsqueda de mi hombre perfecto. Ahora, ¿cuál sería el propósito de encontrarlo, si no es para pasar el resto de nuestras vidas juntos?

No sólo podemos atraer a nuestra pareja romántica perfecta, también podemos estar con ellos para siempre. Todo lo que precisamos es aprender cómo establecer relaciones más sanas tanto con nosotros mismos, como con nuestra pareja. Con dicho fin, te presento Ejercicio del Espejo, el cual hemos aprendido de nuestros Maestros Espirituales Jeff & Shaleia Divine.

Al implementar este ejercicio como una práctica regular, no solo podemos cultivar mayor amor hacia -y en- nosotros mismos, sino también, madurar emocionalmente, siendo capaces de tener cada vez mejores formas de comunicar nuestras necesidades y deseos con los demás, de una forma más clara y pacífica. También nos ayuda a aprender cómo poner límites sanos en nuestras relaciones, dándonos el espacio, el comfort y la alegría de poder sentirnos cómodos en nuestra propia piel.

Si estás listo para estar con la persona de tus sueños, será un honor para nosotros el poder mostrarte el camino. Tu pareja perfecta te está esperando.